AGENDA ORIENTAL, RD- Hoy diez años después de su partida, el legado de Monkey Black, el icónico rapero dominicano, sigue vivo en la memoria de sus fanáticos y en la escena musical urbana. Conocido por su estilo único y letras provocativas, Black dejó una huella imborrable en la industria.
Sobre el cantante
Leonardo Michael Flores Ozuna, conocido por su nombre artístico Monkey Black, nació en Los Mina, Santo Domingo Este, Provincia de Santo Domingo, República Dominicana el 26 de julio de 1986.
El joven rapero desde muy joven demostró gran deseo por la música, de modo que, ya a los 10 años de edad, grabó su primer material junto a El Sujeto; luego emigró a Puerto Rico donde se dedicó a varios oficios.
Cuando regresó a la República Dominicana, se convirtió en un artista urbano, con el apoyo de Lápiz Conciente. Fue colocado en la palestra pública trabajando en la colaboración «Tienen miedo» junto a este y Big K, destacando su carrera musical por lo alto, pasando de ser un corriente rapero a un artista internacional, con el tema «El Sol y La Playa», producido por el productor musical Nico Clinico.
Su habilidad para fusionar ritmos urbanos con letras reflexivas y a menudo políticamente cargadas lo catapultó a la fama rápidamente.
Sin embargo, el 30 de abril de 2014, la noticia de la muerte de Monkey Black sacudió a sus seguidores y a la industria musical en general. Su fallecimiento al ser apuñalado cuando se encontraba en un bar en una localidad de España, dejó un vacío en la comunidad rapera, con muchos lamentando la pérdida de un verdadero pionero.
A una década de su partida, los fanáticos aún rinden homenaje a Monkey Black, recordando sus letras poderosas y su impacto duradero en la cultura urbana. Su legado continúa inspirando a una nueva generación de artistas que buscan seguir sus pasos y honrar su memoria en cada verso y ritmo.
