AGENDA ORIENTAL, RD- Los inquilinos eran trabajadores que vivían en el fundo y trabajaban a cambio de regalías, es decir, no recibían salarios ni tenían previsión, sino que a cambio de su trabajo tenían derecho a ocupar una casa con su huerta y, en algunos casos, tenían participación en las cosechas o podían tener algunos animales en las dehesas del fundo.
Mediados del siglo XVII, el aumento demográfico de los mestizos libres y la progresiva desaparición de los indígenas en la zona central llevó a las haciendas a desarrollar estrategias que permitieran la inclusión de los primeros en el sistema productivo. Ello se dio bajo el sistema de inquilinaje, mediante el cual mestizos y españoles pobres se instalaron en los terrenos alejados de las grandes estancias ganaderas, a cambio de un canon simbólico que se pagaba anualmente en especies.
La instalación de inquilinos permitió a los estancieros el control de los límites de sus tierras, a la vez que les garantizaban mano de obra para las faenas ganaderas como el rodeo y la matanza.
En pleno siglo XXI llama a la atención un personaje antagonista denominado ‘’el inquilino del 4 nivel’’, que proponía hacer de esta casa una ciudad justa y creativa. En una ardua batalla de ganar el alquiler de la casa, donde el ganador deberá durar 4 años ocupándose de acuerdo al contrato pactado, pudiendo renovar el contrato por 4 años más.
El inquilino del 4to nivel al transcurrir de los meses fue demostrando algunas falencias gerenciales propia de su improvisación y la falta de un plan, aunque declaró estado de emergencia en varias ocasiones y solicitó varios préstamos para realizar algunas transformaciones. La casa estaba hundida en el caos de la basura y el deterioro.
A pesar de su poca capacidad de dirección, no aceptaba consejos de quienes lo ayudaron a conseguir esa casa, ya que él entendía que era el dios del olímpico y que todo lo que él hacía estaba bien, bajo los efectos de la ínfula del poder. Olvidó las letras pequeñas del contrato, las cuales dictan que es por 4 años y que tenía que someterse a un concurso y ganar el arrendamiento. El 1 de octubre perdió el concurso frente a tres de sus contrincantes, quedando en el cuarto lugar.
Los dueños de la casa, quienes se llaman los munícipes de Santo Domingo Este, anhelaban este momento para desquitarse los sinsabores y la falta de cumplimiento. Al inquilino del 4to nivel le quedan 16 días para entregar la casa, debiendo rendir informe de todo lo que hizo.
El nuevo inquilino, que deberá solicitar que se audite la estadía de 4 años del pasado inquilino del 4to nivel para validar que todo en la casa esté de manera correcta para la buena convivencia de su gestión 2024-2028.
Los dueños de la casa dieron toda su confianza al nuevo inquilino y esperan que el saliente inquilino del 4to nivel haya dejado todo de manera correcta y en orden.
POR Julio César García Mazara, MA.
