AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO. La periodista Ana Jiménez encendió el debate público al denunciar lo que calificó como una “crisis ética y estructural” en el sistema de comunicación de la República Dominicana, afirmando que el ejercicio periodístico ha sido reemplazado por prácticas de manipulación, negocio y control político-empresarial.
Jiménez expresó que en el país “la comunicación dejó de ser un servicio público para convertirse en un negocio donde la verdad es lo que menos importa”, señalando que el contenido que llega a la ciudadanía depende más de intereses particulares que del deber de informar.
“Aquí no se informa: se negocia. No se analiza: se acomoda.
No se comunica: se manipula”, dijo la periodista.
La comunicadora sostuvo que gran parte del panorama mediático opera bajo lo que denominó “la dictadura del según”: “según quién paga, según quién manda, según quién controla el medio y según lo que conviene a la agenda del momento”.
Jiménez lamentó que muchos comunicadores hayan renunciado a su rol esencial, convirtiéndose en “voceros disfrazados”, mientras la información se reduce a una mercancía que se compra, se alquila o se silencia.
Asimismo, aseguró que políticos y empresarios han convertido los medios “en trofeos”, desde los cuales deciden qué versión de la realidad se difunde, afectando de forma directa el derecho ciudadano a recibir información veraz.
La periodista también criticó el deterioro de la llamada microcomunicación, donde —afirma— algunos sobreviven callando y otros “sobreviven chantajeando”, creando un ecosistema dominado por la fuerza y no por la ética.
“En RD no existe un periodismo íntegro y libre. Existe un sistema que convierte a la sociedad en espectadores de una realidad fabricada por quienes tienen poder.”
Jiménez advirtió que este escenario coloca a la población en una posición vulnerable, expuesta a narrativas manipuladas, y resaltó que el desafío actual no es identificar quién dice la verdad, sino “quién se atreve a decirla” en un entorno donde hacerlo implica riesgos.
Las declaraciones de Ana Jiménez han generado amplio debate entre comunicadores, analistas y sectores sociales, reavivando la discusión sobre la urgencia de fortalecer la ética, la independencia y la transparencia en el ejercicio del periodismo dominicano.

