AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
El exlegislador y ex representante de la Cámara de Diputados por ante el Consejo Nacional de la Magistratura, Víctor Fadul, calificó de insensata la reforma constitucional planteada por el Poder Ejecutivo.
“Es una pena que cada presidente quiera dejar como legado una modificación a la Constitución dominicana, necesaria o no, y muchas veces carente de sustento y autenticidad, como la presente”, explicó.
Esta reforma plantea la reducción de la matrícula de diputados, la creación de la figura del Abogado General de la Administración Pública, la designación del Procurador General de la República por el CNM, por un período de 2 años, que no tenga vinculación política por cinco años antes de aspirar, así como su exclusión como integrante del CNM; la unificación de las elecciones y el famoso candado para la reelección presidencial.
Fadul dijo que, por ejemplo, con relación al planteamiento de la independencia del Ministerio Público, la propuesta es inexplicable, toda vez que quien designa al Procurador General actualmente es el presidente de la República, mismo que encabeza y controla la mayoría del Consejo Nacional de la Magistratura. Además de que, en la propuesta, es el mismo presidente quien propondría al CNM la persona a designar como Procurador. La independencia del Ministerio Público planteada así es una utopía; se escucha bonito, pero la propuesta es una contradicción en sí misma.
“No es verdad que el mecanismo de selección del Procurador General le da independencia al Ministerio Público, porque seguirá sujeto a la política. Quien gane la presidencia tiene mayoría en el CNM y se seleccionará a quien quiera, igual que ahora”, sentenció.
Con relación a la reducción de la matrícula de los diputados, se pregunta en base a cuál parámetro se haría. En la actualidad la matrícula está congelada en 190, y el método de elección es por cada 50 mil habitantes. Si se va a reducir debe ser con base en un criterio.
PROPUESTAS
Esta reforma, que sería la número 40, es una infeliz necedad, pero como al parecer es una decisión tomada, que se realizará por encima de todo y con la mayoría que les favorece, deberíamos plantearnos, y es una propuesta que hacemos al Poder Ejecutivo: a) Integrar al presidente del Tribunal Constitucional al Consejo Nacional de la Magistratura, en sustitución del Procurador General de la República; b) excluir al juez de la Suprema Corte, que funge como secretario; c) la reducción de la matrícula de diputados debería hacerse por circunscripciones uninominales; d) sobre el planteamiento de la unificación de las elecciones, entiende que debe ser en todos los niveles y que para garantizar su viabilidad debe implementase el voto electrónico; e) sobre el famoso candado para la reelección, dejar cláusulas pétreas son solo la manifestación de un deseo; no existirá tal candado de protección, porque lo cierto es que las siguientes autoridades, con una mayoría suficiente, podrán modificar el texto constitucional y revertir esta reforma. En esencia, es un buen deseo, pero no es real.
Tal como señaló Thomas Jefferson, “El mundo pertenece a la generación viviente”; por tanto, no se puede pretender atar a las generaciones futuras, que deberán tener la libertad de tomar sus propias decisiones sin estar excesivamente limitada por las decisiones de generaciones anteriores.
“Pretender que las reglas de elección del presidente sean inmodificables, estableciendo una cláusula pétrea o inmodificable, debería hacerse mediante un referendo aprobatorio; lo establece la misma Constitución en su artículo 272, pues la reforma versaría sobre los procedimientos de reforma instituidos en la propia Constitución”, expresó.