miércoles, junio 4, 2025
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Una jugada silenciosa: el estratega mueve las piezas en Santo Domingo Este

AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO.

Por: Julio César García Mazara, MA

En el ajedrez, los peones son las primeras piezas que se mueven. Su rol, aunque muchas veces subestimado, es esencial: abren paso, protegen las líneas estratégicas y, en ocasiones, son capaces de transformarse en una pieza mayor si logran llegar al otro extremo del tablero. En política ocurre lo mismo. Los primeros movimientos, los más discretos, casi siempre indican que algo mayor se está preparando.

En Santo Domingo Este, ya han comenzado a moverse esas primeras fichas. Diversas figuras del Partido Revolucionario Moderno (PRM), y en particular dentro del Ayuntamiento de Santo Domingo Este (ASDE), están dando señales claras de una avanzada estratégica que responde a intereses nacionales. Todo parece indicar que, detrás de estos movimientos, se perfila con fuerza el liderazgo de una figura con creciente proyección presidencial: David Collado.

En los próximos días, varios directores del ASDE darán pasos importantes que tendrán repercusión más allá del plano municipal. No se trata de simples decisiones administrativas, sino de movimientos políticos que forman parte de una estructura que se está alineando cuidadosamente. Figuras clave en direcciones ya están comenzando a jugar su rol, reuniéndose con líderes comunitarios, organizando actividades y dejando entrever simpatías que no son fortuitas.

Pero no solo son los directores; también regidores, asesores cercanos al alcalde y funcionarios de segunda línea están activando sus redes y marcando territorio político. Como en el ajedrez, los peones abren el juego, pero es el jugador —el estratega— quien mueve las piezas con propósito.

Un ejemplo claro de esto ocurrió la semana pasada, cuando la diputada **Altagracia de los Santos** anunció su respaldo a David Collado. Su decisión, lejos de ser aislada o impulsiva, parece haber sido cuidadosamente consensuada con su estratega político y jefe de proyecto, el jugador que observa el tablero completo y que prefiere mover desde las sombras antes que exponerse prematuramente. Cada adhesión cuenta, pero algunas, como esta, llevan el sello de una jugada perfectamente calculada.

Esta estrategia no es nueva. A lo largo de la historia, grandes líderes han enviado a sus emisarios y hombres de confianza a preparar el terreno antes de hacer su entrada en el escenario principal. El rey Felipe II de Macedonia, por ejemplo, enviaba a sus generales a negociar y asegurar alianzas antes de intervenir directamente. Carlomagno, en su expansión por Europa, delegaba en condes y marqueses la tarea de ganar voluntades antes de imponer autoridad. Alejandro Magno, incluso con su genio militar, no desdeñaba el valor de quienes preparaban el camino para sus conquistas.

La política dominicana no es diferente. Lo que hoy parece un movimiento de base, en barrios y sectores del municipio, es en realidad una jugada con visión de futuro. Las visitas discretas, los encuentros comunitarios, las reuniones “casuales” entre dirigentes, son piezas que se están acomodando para una jugada mayor.

El jugador estratega no se ha declarado abiertamente con nadie, aunque sus cercanos sí lo han hecho. Y lo están haciendo donde más peso electoral hay: en la tierra donde se define el pulso político del Gran Santo Domingo, Santo Domingo Este.

Los peones se mueven primero. Y cuando se mueven con tanta precisión, es porque el tablero está siendo leído por alguien que conoce bien el juego.

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