AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
Por Rafael Blanco Tejera, expresidente de Asonahores
República Dominicana inicio su incursión en el sector turístico de manera formal a partir del 1970. En ese año solo existían 5,390 habitaciones hoteleras de apoyo urbano que aportaban apenas 15,000 empleos totales. De hecho, nuestro país se caracterizaba por ser una economía poco desarrollada, donde más del 80% de las exportaciones eran de bienes tradicionales y una clase media limitada. De acuerdo al Banco Mundial, en el año 1970 contamos con un PIB per cápita de tan solo US$ 332 dólares, posicionándonos como la economía número 18 de América Latina.
Pero tenemos que decir, que República Dominicana ha logrado construir una impresionante historia de éxito basada en un desarrollo económico y social sostenido, promovido por la aplicación de políticas públicas que han fomentado el emprendimiento privado, la inversión nacional y extranjera, la competitividad de los sectores productivos, la dotación al país de infraestructura y el crecimiento económico.
Actualmente contamos con un PIB per cápita de US$ 10,716 dólares posicionándonos como la economía número 7 de América Latina y así mejorando los índices de desarrollo humano.
En cuanto al turismo – de ser inexistentes en el mercado internacional, hoy República Dominicana es el país número 2 en llegadas de turistas internacionales de América Latina, solo sobrepasado por México.
Contamos con más de 88 mil habitaciones hoteleras, los mejores resorts de la región, 26 campos de golf, múltiples marinas deportivas, 7 puertos de cruceros, parques temáticos, una oferta gastronómica de alto nivel y centros comerciales de ultra lujo. De igual manera hemos diversificado nuestro producto – siempre fortaleciendo el Sol y Playa, pero también tenemos hoteles boutique de distintos niveles, turismo de salud, de aventura, cinematografía, religión, deportivo, cultural, urbano y de convenciones.
El sector genera un impacto de más de 700 mil empleos totales, mas de US$ 9,700 millones de dólares de ingresos al año para el país, una generación de inversión extranjera directa anual de más de US$ 980 millones de dólares y un impacto total sobre el 19% del PIB.
Pero de igual importancia es destacar el encadenamiento productivo que hemos logrado establecer sobre los demás sectores productivos de la economía:
* El sector realiza compras formales en el país por mas de RD$ 350 mil millones al año
* El 90% de todas las compras de productos agrícolas del sector turístico son de producción nacional
* También hay que destacar, que la gran conectividad aérea creada por el turismo también sirve de plataforma para la exportación de productos frescos dominicanos al mundo.
* Los millones de turistas que han visitado República Dominicana a través de los años y los cientos de millones de dólares que se ha invertido en publicidad para el turismo, también han servido para crear una marca país en el mundo que sin lugar a dudas fortalece las exportaciones de bienes y servicios
* El turismo tiene un impacto del 24% sobre el sector PYMES de manufactura
* El turismo tiene un impacto del 22% sobre el sector PYMES de servicio
* El turismo tiene un impacto del 20% sobre el sector de bebidas
* El turismo tiene un impacto del 19% sobre el sector energia
* El turismo tiene un impacto del 16% sobre el sector de construcción
* Generamos cerca del 30% de toda la Inversión Extranjera Directa que ingresa al país, y conjuntamente con el flujo anual de divisas producto de la actividad turística se convierte en la principal fuente de divisas y razón fundamental para la estabilidad cambiaria que disfrutamos
Otro aspecto que debemos destacar es la descentralización de la riqueza que el turismo ha generado sobre el territorio nacional. Cada una de las provincias de este país se beneficia del sector turístico, sea a través de la propia actividad turística, sea a través de excursiones a esas demarcaciones, o sea a través de la producción de bienes consumidos por el sector.
Pero lo importante no son los logros hasta ahora exhibidos, sino la oportunidad que tenemos de cara al futuro. Hemos sido exitosos en posicionar nuestro país como opción de inversión de grandes fondos internacionales y nacionales, como también de las principales marcas a nivel mundial. Hoy contamos con la presencia en nuestro país del grupo Aman con el proyecto Amanera, la Ritz Carlton, Four Seasons, St. Regis, Marriott, Hilton, Wyndham, Hard Rock, Clubmed, Kimpton, Westin, Intercontinental, SLH, además del continuo apoyo e inversión de nuestros aliados de España quienes han estado desde el principio, como el Grupo Barceló, Meliá, Bahía Príncipe, Paladium, Catalonia, Iberostar, entre otros.
Actualmente tenemos proyectos en desarrollo por más de US$ 2 mil millones de dólares, pero con este envidiable posicionamiento entendemos que podemos lograr inversiones adicionales en los próximos 10 años de más de 25 mil habitaciones hoteleras con una inversión superando los US$ 5 mil millones de dólares. Esto generando a su vez mas de US$ 3 mil millones al año en ingresos para el país.
Aquí se ha hecho un trabajo admirable en el sector turístico, basado en un apoyo firme y continuo de todas las administraciones gubernamentales desde el 1970. Pero por encima de todas las medidas que se han tomado y todas las políticas que se han implementado, hay una razón principal que explican los logros que estamos percibiendo – y es la unión publico privada que hemos forjado. En un mundo donde vemos cada vez mas división, polarización y extremismos, aquí estamos haciendo lo contrario – nos unificamos y trabajamos mano a mano para nuestro sector turístico y nuestro país.
Dicho esto, tenemos muchos retos: en educación, infraestructura, salud y servicios públicos – indudablemente tenemos mucho por hacer. También debemos de continuar fortaleciendo la competitividad de nuestros sectores productivos a través de políticas fiscales claras y de largo plazo que tomen en cuenta el escenario competitivo regional, políticas de fomento a la inversión para seguir atrayendo capital fresco, un mercado laboral moderno, ordenamiento territorial, abordar la informalidad enérgicamente y contar con reglas claras e institucionalidad para fortalecer la confianza.
Pienso que todos estamos conscientes de nuestro rol y responsabilidad frente a los retos que tenemos por delante como país. Pero debemos abordarlos tomando medidas sustentadas por un análisis riguroso, prudentes y producto del consenso que ha caracterizado hasta el momento la relación del sector público y privado en materia turística.
