Agenda Oriental / SDE
El contrato de la discordia: Reflexión sobre la adjudicación del servicio de recolección de basura en Santo Domingo Este. El reciente escándalo generado por la adjudicación del contrato de recolección de basura en la Circunscripción 3 del municipio Santo Domingo Este (ASDE) a la empresa Xenakis Investment, sin lugar a dudas, pone en evidencia una serie de irregularidades y decisiones cuestionables que deberían preocupar tanto a los ciudadanos como a las autoridades encargadas de la supervisión y control del uso de recursos públicos.
En mayo de 2022, el entonces alcalde Manuel Jiménez, en un claro desafío a la mayoría del Concejo de Regidores del ASDE, adjudicó un contrato por 280 millones de pesos a Xenakis Investment, una compañía que utilizará camiones de recolección de 2014, a pesar de que el pliego de condiciones original establecía que los vehículos debían ser del año 2020 en adelante. Esta rebaja en los requisitos no fue producto de una revisión técnica o de un análisis de eficiencia, sino de una solicitud directa de uno de los oferentes, que casualmente resultó ser la empresa beneficiaria. Este cambio en las condiciones del contrato, realizado unilateralmente por el alcalde, ha generado una profunda controversia, alimentada por la sospecha de que la decisión favoreció a un proveedor con un historial cuestionable.
El hecho de que los camiones de la empresa adjudicataria no cumplan con los requisitos estipulados en el pliego de condiciones – como la antigüedad de los vehículos y la ubicación de la base de operaciones, que en este caso no se encuentra en el municipio de Santo Domingo Este – es una clara señal de la falta de transparencia en el proceso de licitación. La decisión de rebajar los estándares de los camiones a más de seis años de antigüedad, sin justificación técnica alguna, abre la puerta a que empresas con recursos limitados y sin la experiencia suficiente puedan acceder a contratos de gran envergadura, poniendo en riesgo la calidad del servicio y el uso eficiente de los fondos públicos.
Los regidores del ASDE, quienes en su mayoría han expresado su desacuerdo con la adjudicación, sostienen que de haberse respetado las condiciones originales del pliego, más empresas habrían tenido la oportunidad de competir en igualdad de condiciones. Esto, según su criterio, no solo habría garantizado una mayor transparencia en el proceso, sino también la posibilidad de obtener un servicio de mejor calidad para los ciudadanos del municipio, quienes siguen padeciendo los problemas de basura sin una solución a largo plazo.
Además, el cambio en los pliegos de condiciones parece estar alineado con una tendencia preocupante en la gestión pública, donde la toma de decisiones unilaterales y la opacidad en los procesos de licitación se están convirtiendo en prácticas comunes. La falta de un debate abierto y de un control efectivo por parte del Concejo Municipal ante estas situaciones es una señal clara de la debilidad institucional y del poco respeto por las normativas que rigen la contratación pública.
Es necesario, en primer lugar, que las autoridades correspondientes, como la Dirección General de Contrataciones Públicas, investiguen a fondo las irregularidades en el proceso y tomen las medidas pertinentes. La ciudadanía merece respuestas claras y contundentes sobre cómo se están manejando los recursos del municipio y si realmente se están tomando las mejores decisiones para mejorar los servicios públicos.
En segundo lugar, los regidores del ASDE deben reflexionar sobre su rol en este proceso y su responsabilidad de velar por el bienestar de los ciudadanos. No se trata de una confrontación política entre el alcalde y el Concejo Municipal, sino de un asunto de transparencia, legalidad y eficiencia en el uso de los recursos públicos. En un momento en que la confianza de la ciudadanía en las instituciones está seriamente afectada, es imperativo que los regidores asuman su rol fiscalizador y busquen siempre el beneficio colectivo por encima de intereses particulares o políticos.
Finalmente, el contrato de recolección de basura no es un tema menor. Afecta directamente la calidad de vida de los habitantes de la Circunscripción 3, y la gestión adecuada de la basura es fundamental para la salud pública y el bienestar general. Si el proceso de adjudicación de estos servicios no es transparente ni eficiente, los efectos negativos no solo se reflejarán en la insatisfacción de los ciudadanos, sino también en el uso ineficiente de recursos públicos que podrían destinarse a otros fines más urgentes y necesarios.
En conclusión, lo ocurrido con el contrato de recolección de basura en Santo Domingo Este es un claro ejemplo de cómo las malas prácticas en la gestión pública pueden socavar la confianza de los ciudadanos en sus autoridades. Es esencial que se tomen medidas correctivas inmediatas, se fortalezcan los mecanismos de supervisión y se garantice que las decisiones en torno a la contratación pública se tomen siempre en beneficio de la colectividad y con plena transparencia.
En enero del año que va entrar el Alcalde Dio Astacio somera a la sala capitular un nuevo contrato con una compañía que no es Xenaquis por las gracias a Dios solo le pedimos que este nuevo contrato no se vea reflejado a lo que contrato la pasada gestión con una empresa que no reunió las condiciones para recoger los desechos sólidos del ASDE.