AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
Por: José Paulino
La situación del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Santo Domingo Este (SDE) a inicios de 2025 refleja una crisis de representación y empleo que ha dejado a muchos militantes sin trabajo en la administración pública. Mientras algunos perremeistas claman por soluciones y empleo, los líderes del partido y la cúpula gubernamental se limitan a hacer señalamientos mutuos, y el Presidente Luis Abinader junto al presidente del PRM, José Ignacio Paliza, evitan abordar el tema públicamente. A nivel local, la situación parece ser aún más compleja, con un notable vacío de liderazgo en cuanto a la asignación de cargos de alto nivel y dirección en las instituciones públicas.
El Vínculo entre las Expectativas y la Realidad: Cuando el PRM asumió el poder en 2020, muchas eran las expectativas de que su llegada representaría una oportunidad para fortalecer la presencia del partido en los municipios, incluido Santo Domingo Este. Sin embargo, la falta de asignación de cargos clave a perremeistas locales ha generado un ambiente de desilusión. En la actualidad, el municipio solo cuenta con dos direcciones importantes bajo control perremeista: INAGUA y la Dirección de INPOSDOM. Ambas, sin embargo, son instituciones con presupuestos limitados y sin una influencia real sobre las principales decisiones del Estado.
En su momento, se entregaron más de seis direcciones y un ministerio al PRM en el municipio, pero al pasar de los años, muchas de esas posiciones fueron eliminadas o quedaron vacías. Esta pérdida de poder y representación es vista por muchos como una señal del mal manejo de los recursos políticos por parte de los dirigentes locales del PRM.
¿De Quién Es la Culpa?
El debate sobre la responsabilidad de la crisis actual se ha polarizado. Los líderes locales del PRM, incluyendo figuras como Merido Torre, Adán Peguero, Otto Vargas, Melvin Pilarte y otros, se sienten desplazados y culpan a la cúpula nacional del partido, representada por figuras como Luis Abinader y José Ignacio Paliza. Según ellos, el problema radica en que no se les ha otorgado suficiente apoyo ni oportunidades para ocupar cargos de alto nivel, lo que se traduce en una falta de empleos para los militantes en el municipio.
Por otro lado, la alta dirección del PRM y el gobierno sostienen que los líderes locales tuvieron su oportunidad, pero no supieron aprovecharla adecuadamente. Las quejas sobre la falta de organización y liderazgo en el territorio han sido recurrentes. En este sentido, se señala que muchos de los dirigentes de SDE no lograron consolidar una base sólida de apoyo o no realizaron los esfuerzos necesarios para mantener y expandir la presencia del PRM en la administración pública.
El Papel del Alcalde Dio Astacio
En medio de esta crisis de representación, el único apoyo tangible para los perremeistas en SDE parece provenir del Alcalde Dio Astacio. Astacio, un aliado cercano al gobierno, ha intentado ofrecer respaldo a sus compañeros del PRM en el municipio, a pesar de la falta de recursos y cargos importantes. Su apoyo se ha convertido en un refugio para muchos militantes que se sienten desilusionados con la falta de respuestas desde las esferas nacionales.
Astacio, sin embargo, no ha podido solucionar el problema de fondo, que es la escasez de puestos de alto nivel. Su apoyo, aunque valioso, no ha logrado traducirse en un cambio estructural que permita a los perremeistas locales acceder a las posiciones clave dentro de la administración pública.
### La Responsabilidad de la Cúpula Nacional
Aunque no cabe duda de que los líderes locales del PRM deben asumir parte de la responsabilidad por la falta de estrategia y cohesión en la gestión política, la cúpula nacional también tiene una cuota significativa de responsabilidad en la actual crisis. El Presidente Luis Abinader y José Ignacio Paliza, al mantenerse en silencio respecto a la situación en SDE, dejan una sensación de abandono y desinterés en los militantes de base. Evitar abordar el tema públicamente solo aumenta la desconfianza entre los miembros del partido, que se sienten ignorados en sus aspiraciones y necesidades.
Además, es fundamental reconocer que el PRM, como partido de gobierno, tiene la obligación de garantizar una representación equitativa en todas las regiones del país. Si bien la alta dirección ha brindado apoyo en términos de nombramientos, este debe ir acompañado de una verdadera estrategia de integración y fortalecimiento de las estructuras locales, lo que no ha sucedido en Santo Domingo Este.
La crisis de empleo y representación en el PRM de Santo Domingo Este es el resultado de una combinación de factores: la falta de liderazgo local, la ausencia de una verdadera estrategia de integración por parte de la alta dirección, y la descoordinación entre los actores políticos del municipio y la cúpula del gobierno. Mientras el Presidente Luis Abinader y José Ignacio Paliza sigan evitando hablar sobre el tema, la situación seguirá generando incertidumbre y descontento entre los militantes, quienes no solo esperan respuestas en términos de empleo, sino también un compromiso real con la gobernanza inclusiva que trascienda las promesas de campaña.
Si el PRM quiere recuperar la confianza de sus bases en Santo Domingo Este, será necesario que actúe con decisión para resolver esta crisis de representación y ofrezca soluciones claras y efectivas para los perremeistas que han trabajado por el partido y el gobierno, pero se sienten desatendidos por la falta de oportunidades reales.