AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
Por Alexander Mañan
Las tierras raras, un grupo de 17 elementos químicos del grupo de los lantánidos junto con el escandio y el itrio, han adquirido un papel crucial en el desarrollo de tecnologías avanzadas. Estos minerales son fundamentales en la fabricación de dispositivos electrónicos, imanes de alto rendimiento, baterías recargables y turbinas eólicas, entre otros. A nivel internacional, el suministro de tierras raras ha sido un tema de gran interés debido a su concentración geográfica y su impacto en industrias clave. China domina el mercado mundial, controlando más del 60% de la producción y más del 85% del procesamiento global.
Este monopolio ha llevado a países como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea a buscar fuentes alternativas y fomentar la investigación en la recuperación y reciclaje de estos elementos.
Las aplicaciones científicas de las tierras raras son vastas. En el sector de la energía renovable, se utilizan en la fabricación de imanes de neodimio para turbinas eólicas y motores eléctricos de alta eficiencia. Además, su uso en catalizadores para la refinación de petróleo y en la industria aeroespacial resalta su importancia estratégica.
Aunque la República Dominicana no figura actualmente como un productor de tierras raras,
estudios geológicos han identificado la presencia de minerales estratégicos en varias regiones, contabilizando alrededor de 100 millones de toneladas de reservas brutas de estos minerales en el
país.
Esto abre la posibilidad de exploración y eventual explotación, con implicaciones significativas en la economía y la ciencia aplicada, el desarrollo de una industria basada en tierras raras podría impactar en diversos ámbitos:
• El estudio de nuevos métodos de extracción sostenible y el reciclaje de tierras raras
permitiría la generación de conocimiento en el campo de la minería y la química de
materiales.
• La incorporación de estos elementos en tecnologías limpias ayudaría a fortalecer la
transición energética del país.
• La posibilidad de atraer inversiones en manufactura avanzada y ensamblaje de dispositivos basados en tierras raras incrementaría la competitividad del país en el sector tecnológico.
El estudio y posible aprovechamiento de las tierras raras en la República Dominicana representan un área de gran potencial científico y tecnológico. Si bien aún queda camino por recorrer en la exploración de estos minerales, su impacto en la innovación, la energía renovable y el desarrollo industrial puede marcar una diferencia en la economía del país en los próximos años. La clave será garantizar procesos de extracción sostenibles y fomentar la investigación en este campo.