sábado, mayo 10, 2025
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La Secretaria del Rey en el Palacio Municipal del ASDE

AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO.

Por: José Paulino

En la actual administración del Ayuntamiento de Santo Domingo Este (ASDE), encabezada por el alcalde Pastor Dio Astacio, se ha evidenciado una figura que ha generado incomodidad, molestia y múltiples denuncias dentro y fuera de la institución: la señora Odris Carvajal, actual secretaria del alcalde. Carvajal, con antecedentes vinculados al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y quien fuera asistente del esposo de Alma Fernández —exdirectora del Instituto Nacional de la Vivienda en 1998—, no tiene arraigo alguno con el Partido Revolucionario Moderno (PRM), ni con las bases tradicionales del viejo PRD.

En vez de ejercer un papel de facilitadora en la gestión municipal, la señora Carvajal parece haber adoptado una actitud autoritaria y excluyente. Varias fuentes internas y externas, incluyendo más del 75% de los directores del ASDE, han manifestado incomodidad con su comportamiento, que ha rayado en el irrespeto y el abuso de poder.

El alcalde Astacio, quien ha demostrado una actitud receptiva ante los problemas del municipio, no cuenta con un asistente general formal, lo que ha generado un vacío de autoridad que Carvajal, al parecer, ha aprovechado para ejercer control sobre la agenda del edil, inclusive contradiciendo instrucciones directas del propio alcalde. Un ejemplo evidente de esta conducta abusiva me ocurrió recientemente, cuando acudí al Palacio Municipal por invitación directa del señor alcalde, con el fin de exponer preocupaciones legítimas sobre la comunidad. A pesar de ello, fui retenido injustificadamente por más de una hora en el primer piso por orden directa de la secretaria del alcalde, quien además se negó a transmitir mi presencia.

Este no ha sido un hecho aislado. He recibido llamadas de más de 13 directores y al menos 11 regidores del ASDE que han sufrido situaciones similares. Todos coinciden en que la señora Carvajal ha sobrepasado los límites de sus funciones y se ha tornado en una figura de conflicto dentro de la administración. Incluso el presidente de la Sala Capitular, Miguel Fortuna, ha sido víctima de su trato irrespetuoso.

La situación llegó a un punto en el que, como ciudadano comprometido con el desarrollo del municipio y profesional de la comunicación, me vi en la necesidad de denunciar públicamente esta conducta a través de mis redes sociales. No es fácil tomar esta decisión, pero callar ante los atropellos sería traicionar mi compromiso con la verdad y la justicia.

A mí no me va a callar una burócrata de escritorio. No me voy a arrodillar ante una secretaria arrogante que se cree más poderosa que el alcalde mismo. Yo tengo nombre, trayectoria y dignidad. No necesito favores, y mucho menos migajas de una oficina donde el respeto murió el día que le entregaron una llave a Odris Carvajal.

Hago un llamado respetuoso al señor alcalde Dio Astacio, a quien aprecio y valoro por su labor pastoral y administrativa, para que no permita que personas ajenas a su visión política y moral dañen su reputación y su trayectoria. La gestión de un gobierno local no puede estar secuestrada por actitudes autoritarias ni por personas que usan el poder para humillar a los demás.

Santo Domingo Este necesita una administración basada en el respeto, la inclusión y la eficiencia. Y eso comienza por poner orden dentro de la propia casa.

Redacción

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