AGNDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO. El comunicador Julio Martínez Pozo calificó como “lamentable pero inevitable” la destitución del ingeniero Rafael Santos, director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), tras las revelaciones de fallas críticas en la operación del Metro de Santo Domingo.
Martínez Pozo expresó que, aunque Santos es reconocido como un profesional serio, respetable y sin vínculos con actos bochornosos o corrupción, su salida del cargo era obligatoria.
“El presidente no tenía de otra. Él está bien cancelado, muy bien cancelado”, sostuvo, resaltando que el problema no se trata de moral o integridad, sino de responsabilidad funcional ante una situación de alto riesgo para miles de ciudadanos.
El comunicador explicó que, mientras el país avanza en la construcción de nuevas expansiones del Metro, algunas ya cuestionadas en términos de seguridad, resulta aún más alarmante descubrir que la línea en operación estaba funcionando sin un vacío de emergencia, un elemento vital para evitar tragedias en caso de fallos.
“Somos dichosos. Lo que hubo fue trauma: gente atrapada, caminando por los rieles, pero no decenas de muertos, como pudo haber pasado”.
Martínez Pozo también recordó la reciente destitución del director de la Empresa de Transmisión Eléctrica, señalando que dicho hecho deja claro que la posible falla humana estuvo acompañada de otras deficiencias que pudieron ser igualmente graves. Por ello, insistió en que el país necesita respuestas.
“Hay que decir qué fue lo que pasó ahí. No podemos dejar que pasen los días y nadie pregunte”.
Asimismo, destacó que, una vez más, el país resultó protegido por la providencia divina.
“Gracias a Dios y a la Virgen de la Altagracia no estamos contando muertos. Pero la suerte no puede seguir sustituyendo la responsabilidad del Estado”.

