AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
Aunque se quiera hacer ver como que en el año 2020 el problema del suministro de electricidad estaba resuelto en la República Dominicana, lo cierto es que dando un breve repaso a informes de prensa de ese momento, se puede comprobar muy fácilmente que este mal social estaba muy lejos de ser solucionado.
En el 2020, en los meses previos a la llegada del presidente Luis Abinader al poder, la República Dominicana atravesaba una grave crisis energética, un problema que se reflejaba en la inestabilidad y frecuentes apagones en diversas zonas del país.
Varios reportes periodísticos publicados antes de agosto del año señalado dan cuenta de la difícil situación del sistema eléctrico, situación que afectaba a miles de ciudadanos en todo el territorio nacional.
Por ejemplo, en un informe del 17 de febrero de 2020, el Listín Diario documentaba la crisis reportando un apagón que afectaba al Gran Santo Domingo y la zona este del país.
Asimismo, el 17 de abril de 2020, el periódico Diario Libre informó que una falla en el Sistema Interconectado Nacional provocó un apagón masivo que dejó a gran parte del país sin electricidad.
Aún más, el 29 de julio del mismo año, el mismo medio reportó que los apagones y la inestabilidad del servicio eléctrico continuaban afectando a varios sectores, agravando las condiciones de vida de los dominicanos.
Además de estos titulares de prensa, diversos reportes televisivos del momento confirmaron que la crisis energética era un problema serio que no había sido resuelto antes de la llegada de la nueva administración.
Los apagones y la falta de estabilidad en el suministro evidenciaban que el país necesitaba urgentemente una reforma en el sector eléctrico.
Mirando un poco al pasado reciente, queda claro que el problema energético no es exclusivo de la actual gestión gubernamental, como señalan algunos críticos, sino una crisis cíclica que ha afectado al sistema eléctrico dominicano durante años.
Esta realidad confirma que el gobierno de Luis Abinader heredó un enorme desafío con un problema energético que por décadas ha golpeado al país y ha limitado sus posibilidades de desarrollo.
Aunque no se trate de justificaciones, es importante dejar claramente establecido que los apagones no son un tema nuevo y en todo caso lo importante es que se convierta en un asunto de Estado que permita buscar e implementar soluciones consensuadas, pues un sistema eléctrico suficiente y robusto permitirá ofrecer un servicio eléctrico estable y eficiente, algo indispensable para seguir impulsando el desarrollo del país y mejorar la calidad de vida de todos los dominicanos.