Santo Domingo Esté, Agenda Oriental:
En política, se forman reyes de poder, ya sean económicos, estructurales o de influencia. Los reyes tienen objetivos muy específicos que pueden marcar su reinado, especialmente si no logran conectar bien con los aliados necesarios para conquistar nuevos espacios. Los súbditos que rodean al rey también tienen sus propios objetivos: proteger, adular y, a veces, engañar; estos dos últimos son más evidentes en el día a día de la política. A menudo, los reinados caen por errores cometidos por el rey, y muchas veces estos errores están relacionados con una mujer. Sí, una mujer puede desviar al rey de sus objetivos, impidiendo que cumpla con su reinado. ¡Ojo!
¡Tal vez ella no pueda reinar, pero puede hacer que el rey pierda su reinado!
Las conquistas son buenas cuando se realizan de manera estratégica y ética; sin embargo, nunca se debe subestimar a los adversarios, que en ocasiones pueden ser mujeres. Ella puede no ganar, pero sí puede hacer que el rey pierda. Los súbditos representan un peligro para los objetivos del rey si no se controlan adecuadamente, y además pueden atraer enemigos innecesarios para el rey. El rey siempre está en peligro, especialmente si su objetivo es conquistar y necesita la ayuda de todos para lograrlo. A veces, el dinero no puede penetrar ciertos sectores de la vida política, social y económica.
¡Que viva el rey!
Pero recuerden estas palabras: ¡Ella no puede ganar, pero puede hacer que el rey pierda!