AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
El mandatario de la República Dominicana, Luis Abinader, ha puesto sobre la mesa una propuesta que podría redefinir el panorama político de nuestro país. En un giro ya esperado, el actual jefe de Estado busca impulsar una reforma constitucional que, según sus palabras, no responde a ambiciones personales, sino a un deseo genuino de fortalecer las instituciones democráticas.
A través de su cuenta en la red social X, Abinader anunció su intención de presentar formalmente esta iniciativa, a partir del 16 de agosto. El presidente enfatiza que esta no es una maniobra política oportunista, sino un esfuerzo por consolidar los pilares de la democracia, la transparencia y la institucionalidad en la nación.
La historia dominicana está salpicada de reformas constitucionales, muchas de ellas impulsadas por motivos cuestionables. Desde 1844, se han realizado 39 modificaciones a la Carta Magna, frecuentemente motivadas por intereses particulares o ansias de perpetuación en el poder. Sin embargo, Abinader insiste en que su propuesta marca un punto de inflexión, alejándose de esa tradición controvertida.
El mandatario ha optado por un enfoque novedoso para sondear la opinión pública. Utilizando su canal de WhatsApp, lanzó una consulta denominada «La Encuesta», que aborda cuatro puntos clave de su propuesta de reforma. Los resultados preliminares sugieren un respaldo significativo a ideas como la limitación inmodificable de los períodos presidenciales y la instauración de un Ministerio Público verdaderamente autónomo.
Estas iniciativas parecen recibir la aceptación de una ciudadanía que anhela un cambio en la cultura política del país. La propuesta de Abinader podría interpretarse como un intento de dejar un legado duradero, más allá de su mandato. Al buscar establecer límites claros al poder ejecutivo y fortalecer la independencia judicial, el presidente parece apostar por sentar las bases de un desarrollo sostenible y una democracia más robusta.
Paralelamente, la reciente aprobación de la Ley de Responsabilidad Fiscal en el Congreso dominicano se perfila como otro pilar en la estrategia de Abinader para asegurar la estabilidad económica a largo plazo. Esta normativa establece parámetros estrictos para el gasto gubernamental, con el objetivo de mantener la deuda pública en niveles manejables y fomentar un crecimiento económico sostenido.
El panorama se completa con la creación de la «Comisión Meta RD 2036», un organismo encargado de trazar la ruta para duplicar el PIB real del país en los próximos doce años. Estas medidas, en conjunto con la propuesta reforma constitucional, proyectan una visión ambiciosa para el futuro de la República Dominicana.
Sin embargo, el camino hacia una reforma constitucional está plagado de desafíos. La historia reciente del país muestra cómo estos procesos pueden generar divisiones profundas, incluso dentro de los propios partidos políticos. El éxito de la iniciativa de Abinader dependerá en gran medida de su capacidad para construir consensos y convencer a la población de que esta reforma es, efectivamente, en beneficio del país y no de intereses particulares, como ha demostrado hasta el momento.
La propuesta del presidente Abinader plantea una pregunta fundamental: ¿Está la República Dominicana lista para dar un salto cualitativo en su desarrollo democrático? El tiempo dirá si esta iniciativa logra superar las sombras del pasado y establecer un nuevo paradigma en la política dominicana, o si se suma a la larga lista de reformas que no lograron cumplir sus promesas de transformación.