AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
Por: Manuel Oviedo Estrada, abogado y político.
Nuestra carta magna consagra en los artículos 22 y 208 los derechos de ciudadanía, en especial el derecho de los ciudadanos a elegir de forma directa sus representantes, lo cual es un ejercicio democrático que realizamos los dominicanos cada cuatro años.
Tratando de hacer más efectivos lo anteriormente enunciado, surgió una ola de reformas políticas y normativas en el país a partir de la firma del PACTO POR LA DEMOCRACIA el 10 de agosto del año 1994, que dio como resultado que se realizara una adecuación de la ley electoral y de la forma de elección de los representantes congresuales y municipales, probándose en el congreso luego de amplias discusiones la ley 275-97, en la cual se implementó el método de representación proporcional, efectuándose en el año 1998, la primera elección de forma directa de los diputados.
VICTOR D’HONDT (Gante, 20 de noviembre de 1841-30 de mayo de 1901) fue un jurista belga y profesor de derecho civil y de derecho fiscal, quien creó este método proporcional con la finalidad de asignar los escaños que van a disputa en una elección.
El sistema o método D’Hondt es un método de promedio mayor para asignar escaños en los sistemas de representación proporcional de acuerdo al número de votos obtenidos, de los métodos comúnmente utilizados para la conversión proporcional de votos en escaños, el método D’Hondt, siendo bastante proporcional, tiende a favorecer un poco más que otros a los grandes partidos.
Lo anterior lo decimos, pues en ese método primero se suman todos los votos obtenidos por los candidatos y el partido y a partir de ahí se van haciendo las asignaciones de escaños a cada organización, resultando como elegidos los que hayan obtenido más votos de forma individual, pero resulta lesivo a las minorías, pues la cantidad de votos que hay que obtener para la asignación de un escaño ronda entre 10 a 12 por ciento de los votos de una circunscripción, lo que convierte en una mayúscula injusticia para las minorías, porque los partidos necesitan uno por ciento bastante grande para poder obtener un curul.
Este método ha sido criticado por diversas organizaciones políticas dominicanas desde hace varios años, por lo excluyente y discriminatorio que es con las minorías, siendo en el proceso electoral del 2024, donde la mayor cantidad de voces se han alzado en contra del mismo por los resultados obtenidos por los partidos políticos de oposición, los cuales cuando fueron mayoría se olvidaron de lo injusto que era el método porque en ese momento estaban embriagados de poder, tanto así, que en el año 2013, cuando se hicieron recomendaciones para su eliminación, estos se opusieron y aprobaron una ley en la cual este método quedó aún más reforzado.
Lo justo es que se permita obtener una curul con base en el voto directo que hagan los electores a los candidatos, de forma que accedan a las posiciones electivas aquellos que sean votados y reciban la mayoría de votos simples sin la aplicación de métodos o fórmulas proporcionales, que lo único que hacen es llevar legisladores y regidores que no han sido marcados mayoritariamente por el simple hecho de ser postulados en una boleta de un partido político, pero que sus propuestas y acciones no son los que los electores han preferido, sigan siendo los representantes de una sociedad que no los ha preferido.
Debemos como país hacer las correcciones en nuestro sistema político electoral, con la finalidad de que verdaderamente respondan a los anhelos y deseos de los ciudadanos y ciudadanas y no al capricho de los actores políticos del sistema, porque el país necesita que la democracia sea fortalecida por el bien de todos los dominicanos y dominicanas.