AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
El actual gobierno dominicano se encuentra ante un momento crucial en el que, como nunca antes, se requiere de decisiones políticas que aseguren un futuro de progreso para la República Dominicana. En este sentido, quienes hemos apostado al liderazgo del presidente Luis Abinader y confiamos en su visión de desarrollo social, expresamos nuestra profunda preocupación ante lo que percibimos como una falta de reconocimiento y apoyo a los talentos éticos y comprometidos que han demostrado su capacidad a lo largo de sus carreras.
A lo largo de los años, he demostrado lealtad, profesionalismo y un compromiso constante con el bienestar de la República Dominicana, siempre en busca de una gestión pública que dé respuestas eficientes a los retos del país. Sin embargo, me siento profundamente decepcionado por la apatía que ha mostrado el gobierno ante el esfuerzo de quienes, como yo, hemos estado dispuestos a sumar nuestra experiencia y capacidad para el beneficio de la nación. A pesar de contar con méritos comprobados en diversas áreas de la gestión pública y el sector político, la falta de consideración y respuesta ha sido evidente.
Este es el momento en el que el presidente @LuisAbinader debe tomar decisiones basadas en el mérito y la preparación. Es crucial que su gobierno valore a aquellos que, con responsabilidad y ética, han trabajado por la estabilidad y el progreso del país. La falta de reconocimiento de figuras con trayectoria y compromiso social puede socavar el avance de un proyecto de nación que siempre debe anteponer el bienestar de los ciudadanos y la transparencia.
Insto al presidente Luis Abinader a priorizar a aquellos líderes que han demostrado ser dignos de su confianza y que están dispuestos a poner su experiencia al servicio del pueblo dominicano, con la firme convicción de que el futuro de la República Dominicana debe construirse sobre la base de la justicia, la eficiencia y la ética.
El legado presidencial y la necesidad de priorizar el mérito sobre la lealtad ciega
La historia política de un país se construye a través de decisiones acertadas, liderazgos comprometidos y el reconocimiento al esfuerzo de quienes, con vocación pública, se entregan a la causa del bienestar común. En la República Dominicana, estamos en un punto crucial, en el que el presidente @LuisAbinader tiene la oportunidad de fortalecer su legado y consolidar la confianza de la ciudadanía. Sin embargo, para lograr esto, se deben priorizar valores fundamentales como el mérito, la preparación y el compromiso social, por encima de otros criterios que, si no se gestionan adecuadamente, pueden poner en peligro el rumbo de la gestión pública.
Quienes, como yo, hemos optado por apoyar al presidente Abinader en su proyecto de cambio, con el objetivo de lograr una gestión eficiente y transparente, ahora nos encontramos en una encrucijada. La paciencia y la buena fe han sido el motor que nos ha mantenido en la espera de una respuesta positiva, pero la realidad de la falta de acción es difícil de ignorar. Nos enfrentamos a una falta de reconocimiento, pese a que los méritos profesionales, la experiencia en la administración pública y el compromiso con el desarrollo social han sido siempre parte esencial de nuestra oferta.
Lo que debe prevalecer en estos tiempos es la elección de líderes éticos, capacitados y comprometidos. La política no puede seguir siendo un espacio en el que la lealtad personal prime sobre la competencia profesional. No se trata de ser parte de un círculo cercano o de mostrar obediencia ciega, sino de sumar a aquellos que han demostrado, a través de sus acciones, que su único interés es el bienestar de la nación.
Es imperativo que el presidente Abinader haga un llamado a la meritocracia y, en su gobierno, se reconozca el valor de quienes han trabajado incansablemente por el desarrollo del país. La República Dominicana no necesita más alianzas basadas en favores personales, sino un equipo de trabajo comprometido, transparente y, sobre todo, capaz de enfrentar los desafíos del futuro.
El pueblo dominicano merece líderes que actúen con responsabilidad y que, más allá de las promesas, demuestren con hechos su dedicación al servicio público. Es momento de que el presidente Luis Abinader tome decisiones que fortalezcan la confianza de la ciudadanía, dándole espacio a aquellos que, como yo, creemos firmemente en un mejor futuro para nuestra patria.
