AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
Por Haysel González
Vocero de la Fuerza del Pueblo
En asuntos municipales. –
En menos de un año de gestión, el alcalde de Santo Domingo Este, Dio Astacio, ha generado un clima de desinformación y contradicción en las decisiones administrativas del municipio. Desde su llegada, solicitó con urgencia un monto de 280 millones de pesos sin explicar con claridad en qué se ha gastado este dinero, dejando en el aire interrogantes que afectan la confianza de los munícipes.
Uno de los temas más controversiales ha sido la adquisición de los furgones convertidos en contenedores de basura. Aún no se ha esclarecido si estos fueron comprados con los fondos municipales o si fueron donados por empresarios del municipio. La falta de transparencia en este asunto refuerza la percepción de que la gestión de Astacio opera con poca claridad y sin rendición de cuentas.
A esto se suma la polémica sobre el cobro de 1,000 pesos a los motociclistas por una supuesta «chapa, carnet, chaleco y seguro de vida”. En un primer momento, el alcalde afirmó que este cobro era obligatorio, pero luego se contradijo al señalar que se trata de un pago voluntario. Lo más grave es que, en medio de estas declaraciones inconsistentes, incluso el presidente Luis Abinader ha sido víctima de esta desinformación.
Además, las contradicciones no solo vienen del alcalde, sino también de su equipo cercano. Mientras el Secretario General de la Alcaldía, Jesús Colón, dice una cosa, el alcalde dice otra, generando confusión y desgaste en la imagen del gobierno municipal. Este nivel de incoherencia administrativa está debilitando la credibilidad de los funcionarios y alejando a la ciudadanía de una gestión que prometió orden y eficiencia, pero que hasta ahora se ha caracterizado por la incertidumbre y la falta de claridad.
Si la Alcaldía de Santo Domingo Este no rectifica y ofrece explicaciones concretas sobre estos temas, la confianza de los munícipes seguirá erosionándose. La transparencia y la coherencia deben ser pilares de cualquier administración que aspire a gobernar con legitimidad.