Por: José Paulino
En política, los movimientos silenciosos suelen ser los más reveladores. La reciente y sorpresiva visita del exalcalde de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, al exdiputado y aspirante a la alcaldía Carlos De Jesús ha levantado más de una ceja entre los observadores políticos del municipio más poblado del país. Lo que para algunos fue un simple encuentro entre dos figuras conocidas, para otros podría representar el primer esbozo de una jugada estratégica con la mirada puesta en el 2028.
La reunión, que se llevó a cabo a puerta cerrada en la residencia de De Jesús, ha despertado especulaciones fundamentadas. ¿Qué conversaron realmente? ¿Se trató de un simple diálogo entre compañeros de partido o estamos ante el nacimiento de una alianza con fines electorales concretos?
Una deuda política y un ajedrez electoral:
Es bien sabido que Dio Astacio, actual alcalde de SDE, ascendió con el respaldo indirecto –pero decisivo– de sectores que antes estuvieron alineados con Manuel Jiménez. Aunque Jiménez no lo expresó públicamente, su salida del cargo dejó heridas políticas abiertas, y su figura continúa teniendo influencia, sobre todo en sectores del PRM que valoran su integridad y visión cultural para la ciudad.
Dio Astacio, un pastor convertido en político, mantiene una gestión en curso que ha generado opiniones divididas. Sin embargo, su ascenso no habría sido posible sin el debilitamiento de la candidatura de Jiménez, producto tanto de errores de gestión como de fuego amigo. En este contexto, no suena descabellado pensar que Jiménez buscaría cobrarse esa factura de forma política, con un movimiento quirúrgico que le permita recuperar influencia sin necesidad de postularse de nuevo.
¿Por qué Carlos De Jesús?
Carlos De Jesús no es un improvisado. Exdiputado, joven, carismático y con una base social sólida en SDE, ha sabido mantenerse vigente sin recurrir al escándalo ni a la estridencia. Su figura representa frescura, renovación y, al mismo tiempo, experiencia política. En otras palabras, es un perfil ideal para una candidatura municipal en 2028, especialmente en un escenario donde la población busca líderes cercanos, transparentes y alejados de la vieja política clientelar.
Su cercanía con Manuel Jiménez no es nueva, pero este encuentro reciente podría marcar un punto de inflexión. De Jesús podría convertirse en el “alfil” que Jiménez mueve con precisión para reposicionar su influencia y redibujar el mapa político del municipio.
Una jugada adelantada:
El 2028 parece lejano, pero en política cinco años pasan volando. Las estructuras se montan con tiempo, las alianzas se cultivan en silencio, y los liderazgos se consolidan desde la base. Manuel Jiménez, conocedor del terreno, podría estar jugando su carta más inteligente: apostarle a una figura en ascenso que goza de simpatía ciudadana y que puede conectar tanto con las bases del PRM como con el electorado independiente.
Además, con la creciente fragmentación dentro del PRM y el desgaste natural que sufren los incumbentes, colocar a Carlos De Jesús desde ya como una alternativa sólida podría generar un efecto dominó de adhesiones, simpatías y respaldos que cristalice en un proyecto ganador.
La política dominicana está llena de sorpresas, pero también de señales. La visita de Manuel Jiménez a Carlos De Jesús no fue casual ni protocolar: fue una señal. Una jugada silenciosa, pero cargada de intención. El tiempo dirá si esta alianza prospera, pero lo cierto es que, en el tablero de Santo Domingo Este, el exalcalde podría haber movido su primera ficha del 2028. Y lo ha hecho con discreción, estrategia… y visión.
