miércoles, febrero 5, 2025

Construcciones Seguras: Una Responsabilidad de Todos

ESCRITO POR: Por Dío Astacio, alcalde de Santo Domingo Este

La reciente tragedia en La Romana, donde una edificación en construcción colapsó causando la pérdida de vidas, es una dolorosa llamada de atención sobre la importancia de respetar los códigos de construcción en nuestra ciudad. Este no es un caso aislado, sino el reflejo de un problema estructural que pone en peligro la seguridad de miles de personas. Es momento de asumir con seriedad el compromiso de construir con responsabilidad y de exigir el cumplimiento de las normativas vigentes.

¿Por qué son importantes los códigos de construcción?

  • Los códigos de construcción no son simples trámites burocráticos; son normativas diseñadas para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad de nuestras edificaciones. Estos códigos establecen estándares mínimos de calidad en materiales, técnicas de construcción y diseño estructural, asegurando que nuestras viviendas, oficinas y espacios públicos puedan resistir desastres naturales como terremotos, huracanes o inundaciones.

Sin embargo, en muchas ocasiones estas regulaciones son ignoradas o burladas. Según la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica), en el país se construyen más de 70,000 viviendas ilegales cada año, muchas de las cuales no cumplen con las normativas básicas de seguridad. Estas construcciones, al no contar con estudios de suelo, supervisión profesional ni materiales certificados, representan un riesgo latente para sus ocupantes y para la comunidad en general.

Las consecuencias de la construcción irresponsable

Construir sin planificación y sin respetar los códigos de seguridad tiene consecuencias que van más allá del colapso de una edificación. Entre los principales riesgos de la construcción sin control están:

  1. Pérdida de vidas humanas: Cada año, colapsos de edificaciones mal construidas dejan víctimas fatales y heridos. Son tragedias evitables si se aplicaran correctamente las normativas.
  2. Pérdidas económicas: Un edificio mal construido puede significar una inversión perdida, ya que su estructura se debilita con el tiempo y termina requiriendo reparaciones costosas o, en el peor de los casos, una demolición total.
  3. Impacto en el desarrollo urbano: La construcción desordenada afecta la infraestructura de la ciudad, aumenta la vulnerabilidad ante desastres y dificulta la planificación de servicios básicos como agua, electricidad y saneamiento.
  4. Mayor riesgo ante fenómenos naturales: La República Dominicana está ubicada en una zona de alta actividad sísmica y expuesta a huracanes. Si no construimos con los estándares adecuados, ponemos en peligro la vida de nuestros ciudadanos y el desarrollo de nuestra comunidad.
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¿Qué podemos hacer para mejorar?

El respeto por los códigos de construcción no es solo una responsabilidad de las autoridades, sino de todos los ciudadanos. Aquí algunas acciones clave:

  • Mayor fiscalización y sanciones: Es necesario que las instituciones responsables refuercen las inspecciones y apliquen sanciones severas a quienes construyan sin los permisos adecuados.
  • Educación y conciencia ciudadana: Muchas personas desconocen la importancia de los códigos de construcción. Es fundamental educar a la población sobre los riesgos de construir sin planificación y la necesidad de contratar profesionales calificados.
  • Uso de materiales certificados: No todo material de construcción es seguro. Se deben establecer controles estrictos para evitar el uso de productos de baja calidad que comprometan la estabilidad de los edificios.
  • Planificación y ordenamiento urbano: Las construcciones deben ser parte de un plan ordenado, donde se evalúe el impacto en la movilidad, el acceso a servicios y la sostenibilidad del crecimiento de la ciudad.

Un compromiso con el futuro de nuestra ciudad

Construir con responsabilidad no solo evita tragedias, sino que garantiza una ciudad más segura, ordenada y preparada para el futuro. Como alcalde de Santo Domingo Este, mi compromiso es fortalecer la fiscalización, promover la educación sobre construcción segura y garantizar que nuestra ciudad crezca con orden y planificación. Pero esta es una tarea que nos involucra a todos.

Es momento de actuar con seriedad y compromiso. Exigir construcciones seguras no es un lujo, es una necesidad. Si queremos una ciudad fuerte, debemos comenzar por construir sobre bases firmes.

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