AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
El exdirector de la Policía Nacional, el mayor general retirado, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, calificó como “inusual” la designación de la senadora Faride Raful como ministra de Interior y Policía.
Además, Fermín Guzmán señaló varias cualidades que debe de tener el funcionario del Ministerio de Interior y Policía, haciendo hincapié que el cargo de ministro exige “un perfil eminentemente profesional y de un personal específico calificado”.
“En cualquier parte del mundo, el cargo de ministro de Interior o Gobernación habitualmente exige un perfil eminentemente profesional y de un personal específico calificado, el cual podría variar de acuerdo con el sistema político de cada país, así como los desafíos y circunstancias que enfrente una determinada nación”, señala el exdirector de la Policía Nacional en su más reciente artículo publicado en el Listín Diario bajo el título: “Perfil de un ministro de Interior y Policía”.
El pasado lunes 22, en el desarrollo de una entrevista en el prestigioso programa matutino “Ahora por la Super 7”, producido por el connotado comunicador y analista Danny Alcántara, respondí una interesante pregunta sobre cuál debería ser el perfil del funcionario que ocupe el delicado Ministerio de Interior y Policía.
Mi respuesta fue que el presidente Luis Abinader no podía equivocarse por segunda vez en esta selección, y le recomendaba, con todo respeto, poner toda su atención y pensamiento crítico, para elegir al nuevo ministro de Interior y Policía, dado que el tema de seguridad pública sigue siendo prioridad forzada.
En efecto, una semana después, el 31 de julio pasado, el primer mandatario designó en esa importante cartera a la senadora Faride Raful, mediante el decreto número 420-24, pero con efectividad el 16 de agosto de los corrientes, algo inusual en este tipo de nombramientos.
Aunque debo decir que nos sorprendió -al igual que a muchas personas- no dudo de las altas capacidades y rasgos muy evidentes de liderazgo de la nueva ministro, ni mucho menos que su condición de mujer sea un obstáculo para el desempeño de tan complejo cargo ministerial, sino más bien, le auguro muchos éxitos, especialmente, porque recibe las responsabilidades de la seguridad ciudadana con una alta percepción de inseguridad, una imagen de incompetencia de los pasados incumbentes y en medio de un proceso de reforma policial, el cual ha continuado con muchos tropiezos, probablemente por pensar y decidir que una persona externa, ajena a nuestras costumbres e idiosincrasia, podría ser el que dirija tan complejo proceso.
Basado en estrictos criterios profesionales, empecé a escribir este análisis precisamente el día del nombramiento de referencia, y el propósito era y es hacer un aporte constructivo a los tomadores de decisiones, por lo que decidí publicarlo como una contribución positiva para edificar a la sociedad de los múltiples atributos que deberían tener los que ocupen el cargo de Ministro de Interior y Policía, Ministerio del Interior, ya que, entre las funciones inherentes a su puesto, están a su cargo el diseño y supervisión de las políticas de seguridad pública y ciudadana, el orden público y social y la paz interior.
Además, también están subordinados, de una u otra manera a este ministerio, la Dirección General de Migración, las gobernaciones, las alcaldías del país, las entidades de tránsito y transporte, las referentes al microtráfico de drogas, entre otras más instituciones del Estado.
En cualquier parte del mundo, el cargo de ministro de Interior o Gobernación habitualmente exige un perfil eminentemente profesional y de un personal específico calificado, el cual podría variar de acuerdo con el sistema político de cada país, así como los desafíos y circunstancias que enfrente una determinada nación. No obstante, podemos decir que, en términos generales, dentro de las cualidades y características, para tener un ministro exitoso, tal como demanda los ciudadanos del país, incluiría algunas de las siguientes:
1.- Probada experiencia y conocimientos académicos formales en los temas de seguridad pública, política interior, justicia, gestión de crisis, manejo de emergencias y administración pública.
2.- Firme liderazgo y capacidad de gestión, para coordinar de manera integral desde el ministerio, la multiplicidad de acciones de las distintas fuerzas de seguridad, agencias de inteligencia y los demás organismos responsables de la seguridad interior del país.
3.- Capacidad para tomar decisiones difíciles en situaciones de crisis y/o emergencias, subordinando estas decisiones del interés político partidario en beneficio del interés general, asumiendo el costo político momentáneo de ser necesario; de manera, que se perciba un ministerio más profesional, que de un sector político.
4.- Habilidad de comunicación efectiva, a los fines de mantener a la población informada de manera creíble, para tenerla en calma en situaciones de tensión nacional.
5.- Destrezas de negociación y sagacidad política, para interactuar eficazmente con otros poderes del Estado, los diferentes partidos políticos de oposición, organizaciones civiles y la sociedad en su conjunto.
6.- Amplios conocimientos de la dinámica actual de la realidad política, económica y social del país, así como también, estar al día de los principales problemas y desafíos en materia de convivencia social y de seguridad.
7.- Competencia y discernimiento de la geopolítica local, regional y global sobre las amenazas exógenas a la seguridad interior y sus dinámicas internas.
8.- Condiciones de ética, integridad y transparencia en el desempeño de sus funciones, para asegurar la necesaria rendición de cuentas al país.
9.- Compromiso inquebrantable de respeto a la Constitución de la República, velar por la defensa de los derechos humanos, el estado de derecho y también exigir el cumplimiento de los deberes ciudadanos de conformidad con la ley.
Finalmente, además de estos atributos generales de su perfil, el Ministro de Interior y Policía debe tener la confianza del Presidente de la República o el poder ejecutivo del sistema de gobierno de cada país, así como también del Congreso Nacional o Parlamento, para de esta manera, ejercer sus responsabilidades institucionales de forma efectiva y así poder garantizar la ejecución de las políticas que garanticen la seguridad interior del país, la convivencia pacífica y el bienestar de los ciudadanos.