AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
“El tiempo de Dios es perfecto” fueron las palabras manifestadas por el político dominicano Guido Gómez Mazara tras la condena por soborno y corrupción al senador demócrata estadounidense Bob Menéndez.
La reacción de Mazara se debió a un viejo conflicto entre estas dos figuras cuando Mazara era consultor jurídico del Poder Ejecutivo en el gobierno de Hipólito Mejía.
El también abogado habría anunciado otras veces ante el público que Menéndez intervino ante el exembajador de EEUU en República Dominicana, Hans Hertell, para revocar la visa del político dominicano, supuestamente por motivos pasionales y presiones externas relacionadas con asuntos sentimentales y financieros.
Estos eventos han sido descritos por Guido como parte de una red de influencias y favores que involucraron a Menéndez y al empresario Salomón Melgen.
Según el exconsultor jurídico, las gestiones del senador estadounidense tenían una íntima relación con los reclamos que hacía Salomón Melgen a una ex amante suya, para que volviera con él o le devolviera una suma cercana al millón de dólares que había invertido para la compra de una tienda de modas en Santo Domingo.