Milagro en Cleveland. Los Cavaliers perdían de 22 puntos a falta de solo nueve minutos y, con una remontada absolutamente enfurecida y arrebatadora, derribaron este martes a los todopoderosos Boston Celtics (105-104), los favoritos al anillo y que habían ganado 11 partidos seguidos haciendo gala de una superioridad brutal.
Sin Donovan Mitchell ni Max Strus, los Cavaliers, que además perdieron a Evan Mobley por un esguince en la segunda mitad, firmaron una de las grandes hazañas de esta temporada de la NBA con un mastodóntico parcial de 34-11 en el desenlace.
El héroe fue Dean Wade, celestial con 20 puntos en el último cuarto incluyendo el mate tras rebote ofensivo que le dio este épico triunfo a su equipo con dos espectadores de excepción en primera fila: los hermanos Travis y Jason Kelce de la NFL.
Jayson Tatum, magistral en la primera parte y desaparecido en la segunda, tuvo un tiro en el último segundo, pero no entró. Los árbitros pitaron falta de Darius Garland, pero la revisión descartó esa infracción, hubo salto entre dos y el tiempo se terminó.
Después de su apabullante paliza a los Golden State Warriors el sábado (140-88), los Celtics iniciaron ante los Cavaliers una gira de cinco partidos que tiene una parada marcada en rojo: el jueves ante Nikola Jokic y los Denver Nuggets, vigentes campeones de la NBA.
Esta noche controlaron el partido sin problemas en los tres primeros cuartos, pero se desconectaron totalmente del partido en un último periodo para el olvido.
Todo lo contrario vivieron los Cavaliers, que soltaron toda su artillería en el cuarto acto con un enorme 8 de 11 en triples mientras los Celtics se ahogaban con un 0 de 8 desde el perímetro.
Wade (23 puntos, máxima anotación de su carrera, con 8 rebotes y 6 triples), Jarrett Allen (21 puntos y 12 rebotes) y Garland (16 puntos y 11 asistencias) encabezaron a los Cavaliers (40-21 de balance, terceros en el Este).
Por los Celtics (48-13, primeros en esa conferencia), Tatum (26 puntos y 13 rebotes pero solo 4 puntos tras el descanso), Kristaps Porzingis (24 puntos y 9 rebotes) y Jaylen Brown (21 puntos) fueron los más destacados.
El dominicano Al Horford aportó 7 puntos y 5 rebotes en Boston.
Dominio verde hasta la reacción de los Cavaliers
Tras un 9-9 en un arranque de tanteo entre ambos equipos, los Celtics sacaron el martillo con un parcial de 0-12 que dejó a los Cavaliers temblando ante lo que se les venía encima (9-20 con 4.51).
Tatum cerró su primer gran cuarto con 13 puntos y un triple sobre la bocina y Porzingis le acompañó de maravilla con 10 puntos, pero no fue solo el ataque (7 de 14 en triples) lo que destacó en los visitantes sino también su defensa, muy seria y concentrada desde el salto inicial (25-33 al final del primer cuarto).
La segunda unidad mantuvo esa gran actitud atrás. Uno de los reservas más comprometidos con la causa fue Luke Kornet, que colocó dos tapones casi seguidos y recién salido desde el banquillo.
En ataque, Tatum seguía en un nivel estelar, sobre todo desde el perímetro, y el resto de escuderos se turnaban para aparecer, como en un estupendo ‘alley-oop’ de Derrick White a Porzingis que colocó el primer +15 de la noche.
Los Cavaliers llegaron vivos al intermedio (45-55) con 13 puntos y 7 rebotes de Allen, pero daba la impresión de que los Celtics, con un Tatum sensacional (22 puntos con 5 de 6 en triples y 8 rebotes), podían reventar el marcador en cuanto se lo propusieran de verdad.
Hubo una notable reacción local en la reanudación, con un ataque de Cleveland más fluido y decidido y dos mates consecutivos de Allen y Mobley.
Los Cavaliers llegarían a estar con -4 (65-69 con 5.02 por jugarse), pero en ese cuarto perdieron a Mobley por un esguince de tobillo que se hizo justamente al aterrizar tras aquel mate.
Los Celtics no mostraron misericordia. Después de haberse dejado llevar en la vuelta del descanso, los de Joe Mazzulla cerraron el tercer periodo con mucha fuerza, dibujaron un rotundo parcial de 6-18 y dejaron tocados a los Cavaliers con jugadas espectaculares como una canasta acrobática con falta de White o un triple con adicional de Brown (71-87).
Con una bandeja tras rebote ofensivo, Payton Pritchard y Tatum colocaron un +22 con nueve minutos por jugarse que parecía definitivo.
Nada más lejos de la realidad.
Los de J.B. Bickerstaff se negaron a tirar la toalla, empezaron a conectar sus triples con una facilidad pasmosa y, en menos de cinco minutos, pasaron del 71-93 a un muy apretado 94-97 con un impresionante parcial de 23-4.
El artífice de esa milagrosa resurrección fue Dean Wade, fabuloso con 9 puntos seguidos incluyendo dos triples. Pero la cosa no se quedó ahí. Georges Niang empató el marcador con otro tiro de tres y Wade, quién si no, le dio a los Cavaliers su primera ventaja desde el cuarto inicial (102-99 con 2.34 para el final).
Los Celtics estaban en ‘shock’ y solo Porzingis, con una puerta atrás para Jrue Holiday y un dos más uno, frenó en parte la avalancha local.
Los Cavaliers dudaron en el desenlace con un par de malos ataques, pero Wade, con un gran mate tras rebote ofensivo, completó una noche perfecta que Cleveland celebró por todo lo alto.
