AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
El presidente de la Unión Demócrata Cristiana -UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, enfatizó hoy que ya pasó la etapa de la turbamulta y la tea incendiaria, mientras que al liderazgo partidista opositor le ha llegado el momento de pensar en un gran compromiso nacional.
Enfatizó que no ayuda al país, al desarrollo nacional, que los líderes opositores luego de las pasadas elecciones generales estén en estos momentos pensando en desenvainar la espada de la guerra, la sangre y la muerte.
No, señores perdedores de las elecciones recién transcurridas, el momento es de paz, de concertación, de buscar salidas que vayan en beneficio de los mejores intereses del país. Es el instante de comprender que lo único válido es darse el abrazo de hermanos, y que cada cual, desde su trinchera, vele y aupe los intereses nacionales.
Adujo que fue el presidente que bateó un jonrón político, imponiéndose en las votaciones municipales, congresuales y presidenciales. La concertación que ofrece el presidente Abinader no se puede calificar de debilidad.
Nadie pude ser considerado débil si tiene sobre su pecho y sus sentimientos el desarrollo de la República Dominicana. Es la hora de comprender que el mundo de hoy se sintetiza en ideales de paz y de concordia, y no de tener en las manos la tea quemante para hacer valer aspiraciones.
En la República Dominicana, como así lo demuestra el presidente Abinader, es obligatoria la unidad, la unificación de criterios, el pensar en forma colectiva, porque Abinader es el nuevo nombre de la paz: El Bien Común.
Puso de ejemplo las posibles reformas que están pendientes, en el Código Tributario y en la Constitución. En ninguno de los dos casos se puede actuar en forma unilateral, y es el presidente Abinader el que está dando el ejemplo.
Propuso que el sector empresarial se reúna con todo el liderazgo nacional para encontrar una forma unitaria de establecer una reforma como la impositiva, que traerá muchas discusiones, pero lo que hay que evitar son las divisiones.
Por siempre, cualquier reforma impositiva se tiene que tomar sin causar problemas a los sectores más necesitados del país, a los que actualmente se encuentran agobiados por el alto costo de la vida.
Son los políticos, los empresarios y los sectores populares, los que deben comenzar a discutir en la plataforma servida por el gobierno, tomando como Norte la visión desarrollista de Luis Abinader. Pasa lo mismo con una reforma Constitucional, la misma tiene que ser con posiciones firmes, pero siempre tomando en cuenta los mejores intereses nacionales.
