viernes, noviembre 22, 2024

El Banco Mundial llama la atención sobre desigualdad de género y acoso escolar

El Diagnóstico sobre Igualdad de Género en República Dominicana preparado por profesionales del Banco Mundial revela las brechas y barreras que atraviesa la mujer dominicana para abrirse al mercado laboral y la política.

Comenzando desde la adolescencia, sostiene que cuando las niñas ingresan a esta etapa los roles de género y las normas sociales existentes afectan su capacidad para terminar la escuela y luego para transitar al trabajo, particularmente entre las más pobres.

De acuerdo al estudio, 1 de cada 3 mujeres de 20 a 24 años se casaron o formaron una unión antes de los 18 años en 2019 (el 9 % antes de cumplir los 15 años), lo que representa la tasa más alta de matrimonio infantil en América Latina y el Caribe. Pese a la existencia de la Ley 1-21 que penaliza el matrimonio infantil, el diagnóstico establece que persiste una amplia tolerancia social hacia el embarazo adolescente.

A su vez, República Dominicana tiene una tasa de embarazos adolescentes excepcionalmente elevada, con 93 nacimientos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años en 2018, muy por encima del promedio de América Latina y el Caribe, que es de 62.1, establece el diagnóstico.

Las uniones tempranas, el matrimonio infantil y los embarazos precoces también se encuentran asociados con un mayor riesgo de violencia de pareja y una falta de capacidad de toma de decisiones en el hogar entre las mujeres y las niñas. El riesgo de quedar embarazadas en República Dominicana es seis veces mayor entre mujeres que cuentan con educación primaria en comparación con mujeres de educación superior.

Desde 2009, la entrada de mujeres a la fuerza laboral en República Dominicana superó la participación de hombres, cerrando efectivamente la brecha existente. Sin embargo, el arribo de la pandemia provocó una fuerte caída en la participación laboral que afectó especialmente a las mujeres.

En el segundo trimestre de 2020, la tasa de participación laboral femenina cayó alrededor de 8 puntos porcentuales, mientras que la participación masculina lo hizo en 5 puntos porcentuales.

La presencia de niños en edad escolar en el hogar se asoció con un aumento de la pérdida de empleo entre las mujeres en 7 puntos porcentuales y ningún aumento en absoluto para los hombres.

Brecha salarial

El estudio señala que, en adición a la tasa de desempleo, Las mujeres en la República Dominicana ganan menos que los hombres a lo largo de toda la distribución salarial, aunque la brecha es mayor entre las que ganan menos.

Sostiene que las brechas salariales de género tienden a prevalecer en los sectores donde hay una mayor presencia relativa de trabajadoras, como hoteles, bares y restaurantes, manufactura y trabajo doméstico.

Además, señala que las mujeres predominan en los sectores de baja remuneración, gran parte de lo que impulsa la diferencia de salarios son factores intangibles como la discriminación o antecedentes u obligaciones familiares y, por tanto, no asociados con la escolaridad o la experiencia, los cuales inciden principalmente en la brecha entre los segmentos de la población de altos salarios.

Participación política

La brecha de género también se ve en la baja participación en la toma de decisiones.

Sólo el 20 % de los escaños en la cámara baja del Congreso están ocupados por mujeres, en comparación con el 33 por ciento en promedio regional. RD es uno de los países de ALyC con menor número de ministras: solo dos ministerios de 22 están encabezados por mujeres.

Alta violencia en las escuelasExiste una alta prevalencia de violencia escolar desde la infancia hasta la adolescencia en República Dominicana, con importantes implicaciones para el aprendizaje de niños y adolescentes.

En una encuesta realizada a maestros y padres de familia de estudiantes de tercer grado, dos tercios de los maestros y 7 de cada 10 padres reportaron acoso verbal y peleas físicas entre estudiantes, mientras que más de la mitad de los padres percibieron que las amenazas o insultos entre estudiantes eran un problema.

La República Dominicana también registra el nivel más alto de acoso escolar entre estudiantes de 12 años en la región.

Los adolescentes tienden a verse particularmente afectados por este fenómeno según las evaluaciones de PISA. El análisis que se presenta en este diagnóstico muestra que diversas formas de violencia escolar en República Dominicana se asocian negativamente con el desempeño de los estudiantes (incluidos puntajes más bajos en pruebas de matemáticas, lectura y ciencias) tanto en niños como en niñas, siendo las amenazas la forma de violencia escolar más perjudicial.

La violencia escolar ocasiona también que toda la experiencia de los estudiantes en la escuela sea más difícil, lo que afecta su salud y bienestar general.

Acceso al trabajo

Por las circunstancias antes mencionadas, las mujeres dominicanas enfrentan considerables asimetrías en el acceso a oportunidades económicas en comparación con los hombres.

El estudio señala que, en 2020, alrededor del 39 por ciento de las mujeres jóvenes eran NINIs (sin empleo, educación o capacitación) en comparación con el 25 % de los hombres jóvenes.

Gran diferencia

Considera que estas brechas se encuentran en buena medida relacionadas con asumir de manera desproporcionada las tareas domésticas y de cuidado: en 2021, por ejemplo, el 68 % y el 50 % de las mujeres dedicaron diez o más horas semanales de trabajo no remunerado a estas actividades, respectivamente; estas proporciones fueron mucho más bajas para los hombres (27 % y 30 % para tareas domésticas y de cuidado, respectivamente).

Las mujeres dedicaron más de 31 horas a la semana al trabajo no remunerado, el triple de lo que destinan los hombres.

«Todo lo anterior ha llevado a una feminización de la pobreza monetaria: los hogares unipersonales y con niños encabezados por mujeres representan el 13 por ciento de los hogares pobres del país, más del doble de su representación en el total de hogares del país».

Incluso, la crisis económica desencadenada por la pandemia del COVID-19 tuvo impactos económicos negativos desproporcionados en las mujeres; y esto amplió algunas de las brechas más importantes existentes en materia de género. Las mujeres sufrieron la mayor parte de las pérdidas en empleo durante la pandemia, lo que resultó en un aumento de la brecha de la tasa de pobreza entre mujeres y hombres.

«En 2020, por cada 100 hombres pobres había 118 mujeres pobres, frente a las 116 que existían en 2019. Las mujeres representaban el 42 % de la fuerza laboral en 2019, pero contabilizaban el 54 % de quienes dejaron de trabajar o buscaron trabajo en 2020».

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