Por Pablo Román.
Comunicador y dirigente político del PRM en Santo Domingo Este.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), es la resultante de la recomposición partidista dominicana, compuesto por una combinación de la tradición política de la era post Trujillo, representada en los ideales democráticos, que dieron vida al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien asumió la bandera de la libertad y las luchas contra el autoritarismo, con principios basados en el liderazgo alternativo, colegiado y de oportunidades, como así lo demuestra su alternabilidad en el ejercicio del poder, siendo el único pensamiento político dominicano, que pudo contar con cuatro lideres, como presidentes del país, primero el profesor Juan Bosch, luego Don Antonio Guzmán Fernández, seguido por el Dr. Salvador Jorge Blanco y el Ing. Hipólito Mejía. Además de que tuvieron el honor histórico de contar en sus filas con el líder político, representante de las entrañas del pueblo mismo, quien fue garante de la paz social y de la gobernabilidad en la República Dominicana, sacrificando sus propias aspiraciones políticas personales; con estas descripciones, es indudable que de quien estamos hablando es del Dr. José Francisco Peña Gómez, uno de los pilares esenciales de la democracia dominicana moderna.
Es el PRM, precisamente, la herencia partidista de estos valores y principios, que fueron abandonados por el PRD al tiempo de su paso al modelo de liderazgo unipersonal, dedocrático y carente de arraigo popular, ocupando el recién nacido partido su lugar como el canal de los antiguos y nuevos métodos de lucha popular, de las reivindicaciones sociales de las masas dominicanas, encabezados por el representante de la transición del liderazgo político dominicano, el hoy presidente de la República, Luis Abinader.
El presidente Luis Abinader es el puente que ha guiado al PRM a representar más allá del sector social que tradicionalmente estuvo afiliado al PRD, a transformarse, con su accionar, en el representante de sectores inclusive conservadores que los adversaban históricamente, lo que ha colocado a la organización como un ente de equilibrio político entre lo tradicional, lo moderno, la izquierda, el socialismo, la derecha y el conservadurismo dominicano.
Es por eso que la oferta electoral del PRM, de cara al 2028, antes, durante y superada su competencia interna, representa al liderazgo de las generaciones actuales, a las propias bases del partido, la mujer que ha decidido abrirse paso en la política para demostrar su liderazgo, siendo el resultado de todo esto combinado un partido político imbatible ante el posible escenario de lo que se vislumbra, que presentará la oposición electoral: el regreso a un pasado ya superado y con grandes tasas de rechazo electoral por la inmensa mayoría de dominicanos.
Los aspirantes presidenciales del PRM, representan a los sectores liberales, conservadores, juveniles, femeninos, en un conjunto de cualidades, que combinan lo mejor del presente y futuro de la política, liderados y guiados por el Presidente Luis Abinader, quien es actualmente el referente moral, de cómo encabezar un gobierno ético, lo que garantiza que la organización política, siga gobernando más allá del 2028, siempre y cuando, la madurez, la unidad y el compromiso social, con el bienestar de todos los dominicanos, por encima de las aspiraciones personales, tal cual el pensamiento, de su líder histórico, el Dr. José Francisco Peña Gómez, logre seguir siendo el norte, de quienes han de ser, los garantes del relevo político generacional de la Republica Dominicana.
