viernes, abril 18, 2025
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Si temblara fuerte: ¿está preparada República Dominicana para resistir un gran terremoto?

AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO.

Los dominicanos vivimos sobre una falla activa. Y aunque no se ve, respira bajo nuestros pies. En los últimos años, nos hemos acostumbrado a lluvias que colapsan ciudades, explosiones que desgarran centros urbanos, estructuras que se desploman en segundos y emergencias que nos sacuden… sin que nadie parezca estar verdaderamente listo.

Pero, ¿qué pasaría si el próximo desastre no avisa con lluvia ni fuego? ¿Y si en lugar de agua o gas, fuera la tierra la que se rompe?

Si un terremoto de gran magnitud golpeara hoy, por ejemplo, al Distrito Nacional, los efectos podrían ser catastróficos. Y no porque falte voluntad o sacrificio, sino porque los sistemas aún no están listos. Un solo edificio, aun dentro de su gravedad, es uno y necesito el concurso de toda una nación e incluso ayuda de otros países, ¿y cuándo serán docenas?

En la explosión de San Cristóbal vimos entrega, pero falta de equipos. En las lluvias del 17 de noviembre, colapsó la ciudad en tan sólo horas. En el derrumbe del paso a desnivel, colapsó la confianza. En Jet Set, colapsó el techo… pero también una lógica básica: ¿cómo es posible que estructuras tan concurridas no estén evaluadas de forma periódica?

Y es que tener personal entrenado no es suficiente si no se les da lo básico: equipos, vehículos, radios, protección, alimentos. Tener simulacros no basta si la gente no participa. Y tener instituciones no sirve si no se coordinan.

Un terremoto no pregunta antes de llegar. Y lo que hagamos antes —o no hagamos— decidirá cuántos sobreviven después.

¿Estamos condenados? No. Pero tampoco estamos listos.

No tenemos un sistema de alerta sísmica como Japón o México o Chile. No todos los hospitales tienen protocolos de evacuación eficaces. Las escuelas y oficinas no ensayan qué hacer. La mayoría de la población no tiene kits de emergencia, ni tiene la menor idea de qué hacer en caso de un desastre natural o no, y muchas construcciones, sobre todo en barrios vulnerables, colapsarían sin necesidad de una réplica. Ni siquiera hemos podido entregar los cadáveres en un tiempo prudente por falta de patólogos y la generosidad mostrada por nuestros ciudadanos donando sangre, en un desastre de gran magnitud, no sería posible porque todos estaríamos sumergidos en los mismos problemas.

Prevenir no gana trending topic. Pero un día, lo que no hicimos nos va a buscar.

 

Redacción

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