AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO
ESCRITO POR: PEDRO RENE
La diferencia entre el éxito y el fracaso de una organización, empresa o territorio siempre estará condicionada por la visión y la voluntad de hacerla avanzar de sus principales ejecutivos o autoridades. El tiempo pasa muy rápido y establecer una impronta o un legado, siempre será algo que ocupe la mente de quienes fueron llamados a dirigir un territorio. Las autoridades políticas no escapan de ello, claro está, los políticos que llegaron al cargo comprometidos con su sociedad, y preocupados por el bienestar de la gente. Si las políticas públicas no resultan en dar respuestas a las necesidades de la sociedad, resolver los problemas de la gente, y contribuir al progreso y la superación de las personas, entonces no habrán cumplido su cometido. El orgullo y sentimiento de pertenencia a una comunidad son eslabones esenciales para que cualquier espacio se supere y los que viven en éste también lo hagan.
El momento de aquel lao’, zona oriental o Santo Domingo Este (SDE), por fin ha llegado. La superación de SDE nunca llegaría si sus propios munícipes lo llaman “aquel lao”. La semana pasada, el alcalde de SDE, rebautizó dicho municipio como “Costa del Faro”, y un nombre más apropiado no pudo ser. En Costa del Faro, hay 22 kilómetros de costa, y Faro, porque allí se encuentra uno de los más imponentes monumentos de todo el Caribe, el Faro a Colón, estructura que por mucho tiempo se encontraba olvidada y menospreciada por los alcaldes de turno.
Dio Astacio se encamina a convertir Costa del Faro, en un enclave donde las inversiones, el turismo cultural e histórico, lo conviertan en un municipio tan pujante como el Distrito Nacional y Santiago. El potencial de Costa del Faro es inmenso, su capacidad ecoturística, su tamaño y la cantidad de gente que vive allí, son piezas determinantes para lograr el objetivo.
La meta que se propone Dio Astacio, que visiten al menos un millón de turistas al año a Costa del Faro, se convertirá en inversiones en hoteles y restaurantes que se traducirían en creación de empleos para los habitantes de Costa del Faro, y por lo tanto se generará bienestar y riqueza para la gente.
“Costa del Faro nació para reclamar una historia, restaurar una identidad y forjar un destino”. Dio Astacio
