sábado, enero 11, 2025

Aparte de quitar bocinas ¿Que ha hecho Faride?

AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO

Por Wenzel Musset

Podría pensarse que la pregunta que titula este artículo nace de algún desdén personal contra la señora ministra de Interior y Policía, pero no es así. La pregunta surge de una seria duda que tengo como ciudadano, ya que hay una diferencia abismal entre ser un buen funcionario y ser un funcionario bueno en una sola cosa.

El funcionario (y el político en general) debe ser un polimata, un hombre o mujer del Renacimiento, de la Ilustración, un todologo, como usted prefiera llamarle. El punto es que debe tener una buena comunicación, una buena relación tanto interna como externa en su lugar de trabajo, debe ser honesto, debe desempeñar bien sus funciones y dar la milla extra. No hay un solo funcionario con buena tasa de popularidad que no cumpla todas estas cuestiones. Si busca una lista de funcionarios percibidos como eficientes, David Collado, Raquel Peña, Samuel Pereyra, Yayo Sanz Lovatón y otros cuyos nombres se me escapan, todos cumplen con estas características.

Los cuestionamientos hacia la ministra Faride Raful no vienen por su condición de mujer, puesto que la vicepresidenta Raquel Peña es una de las funcionarias mejor valoradas, independientemente del género, por una sencilla razón: su habilidad para gestionar y hacer todo lo referente a su cargo de manera eficiente. Si Raquel Peña solo fuera buena vicepresidenta o funcional en un solo gabinete, su gestión e imagen política pasarían sin pena ni gloria.

Lo mismo ocurriría con David Collado. Si David solo se concentrara en atraer turistas y se olvidara de firmar acuerdos beneficiosos para la República Dominicana, como el de cielos abiertos; si se olvidara de arreglar los sitios turísticos, como playas y malecones; si no promoviera nuestro país en Fitur y otros eventos; si no exigiera eficiencia a los contratistas de proyectos turísticos, ¿sería considerado un buen ministro de turismo?
Ser o no ser, ahí está el dilema, como dijo el dramaturgo William Shakespeare en su obra Hamlet. El dilema con Faride es que toda su gestión ha girado en torno a la contaminación sónica, y ha hecho un buen trabajo en ese sentido. Pero, aparte de eso, ¿qué ha logrado Faride en cuanto a la seguridad? ¿Qué plan, iniciativa, proyecto o programa relacionado con la reforma policial ha salido de la ministra que podamos destacar como una mejora? Se ha concentrado en ser una funcionaria buena en una sola cosa, pero no en ser una buena funcionaria. Ahí está el dilema. Este artículo, como dije al principio, no es un ataque, es una pregunta abierta que nadie ha podido contestar.

Todavía no ha aparecido el primer colega abogado, comunicador o ciudadano común al igual que yo, que me muestre una estadística que demuestre que Faride ha hecho un trabajo eficiente además del combate contra la contaminación sónica. Al contrario, las estadísticas muestran un empeoramiento en relación con años anteriores en otros aspectos de su cargo. Los datos no mienten ni tienen amigos. Ojalá algún trabajador, colaborador o amigo de Faride muestre una estadística real en su defensa. Seré el primero en felicitarla y rectificar mis palabras en este artículo. Hasta el 9 de enero de 2025, cuando escribo estas líneas, nadie ha salido a presentar datos que apoyen a Faride. La pregunta sigue abierta para quien quiera responderla: aparte de quitar bocinas, ¿qué ha hecho Faride?

Wenzel Musset; Abogado, locutor y estudiante de periodismo

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