AGENDA ORIENTYAL, SANTO DOMINGO
-El artista y senador por la provincia Monseñor Nouel, Héctor Acosta «El Torito», expresó que a la hora de saber su diagnóstico de cáncer nasofaringe en el lado derecho de su cuello, solo le pidió a Dios que permitiera terminar sus compromisos de diciembre y define a el cáncer como un mensaje que Dios te manda.
«Le pedí a Dios que me diera hasta terminar los compromisos de diciembre, que yo tenía. Tú sabes porque, para nadie es un secreto, que los músicos en diciembre es el mes donde se busca más dinero”, afirmó Héctor Acosta.
Héctor Acosta expresó que el 18 de diciembre fue que comenzó a sentirse complicado de salud, y el 11 de enero, luego de ser diagnosticado con unas células cancerosas y un tumor, un cáncer llamado «Nasofaringe», en el lado derecho de su cuello, confesó que desde el inicio de quimioterapia creyó que el cáncer es un mensaje de Dios.
«Yo he dicho, y lo dije desde el primer día que me dieron, que recibí la quimioterapia. El cáncer es un mensaje, es un mensaje que Dios te da, que la vida te da y el cual tiene que ponerle atención a tu mensaje, al que te envía Dios. Y luego, si recibes el milagro de Dios, debes de cambiar todo lo que tú hacías, para que no vuelvan y te repitan el mensaje”, confesó Héctor Acosta entre lágrimas durante una entrevista con Nuria Piera.
Héctor Acosta dijo que es vital atender ese mensaje para que Dios pueda hacer el milagro y cambiar mucha cosa en tu vida.
«Debemos cambiar nuestras vidas para evitar que se repita. Esta lección me acompañará siempre, eso me lo llevé, y lo tengo conmigo aquí; me lo voy a llevar hasta el último día de mi vida…», enfatizó.
Héctor Acosta confesó ha dejado atrás su perfeccionismo, que le causaba estrés y podía contribuir a problemas de salud como el cáncer, añadiendo que ha aprendido que, aunque es importante hacer las cosas bien.
“Hay algo que yo he cambiado radical, y es que yo era una persona perfeccionista, me encantaba que todo estuviera en su punto, que todo estuviera bien, que nadie me lo moviera de ahí, que la gente fuera como yo. Soy una persona puntual, pero a rajatabla. Yo ni un minuto más, ni un minuto menos. Yo soy un perfeccionista, entonces todo eso te da un cúmulo de estrés. Y todo esto que te provoca el cáncer, los tumores, esas cosas, es acumulación de estrés», indicó El Torito.
También manifestó que el 17 de febrero participó en dos conciertos donde Dios lo utilizó y lo llevó a cantar, porque no recuerda con cual canción comenzó o terminó; luego cumplió con más compromiso en el país, pero añadió que solo Dios lo hizo.
“Después de ahí, yo canté el 17 de febrero dos conciertos, uno con Fernando Villalona y Elvin Martínez. Si tú me preguntas, ¿con qué canción yo empecé el concierto y con cuál de mi vez? No te sé decir, ¿sabes por qué? Porque Dios me agarró del camerino y me puso en el escenario. Canta, y cuando termine, yo vengo a buscarte. Me buscó, me montó a la jepeta y me fui al hotel”, concluyó.