AGENDA ORIENTAL, SANTO DOMINGO.
Hablar de sexo con naturalidad y sin prejuicios es una forma de cuidarse y fortalecer la relación con uno mismo y con la pareja. Una vida sexual saludable no solo aporta placer, también tiene beneficios físicos y emocionales comprobados, como la reducción del estrés, el fortalecimiento del sistema inmune y la mejora del estado de ánimo.
Sin embargo, muchos aún enfrentan tabúes, inseguridades o desinformación que limitan su disfrute pleno. Por eso, en esta nota reunimos algunos consejos prácticos y respetuosos para ayudarte a mejorar tu vida sexual desde una perspectiva de bienestar, comunicación y conexión emocional.
- Comunicación abierta y honesta.
La clave de una buena vida sexual comienza fuera de la cama. Hablar sobre deseos, límites y fantasías fortalece la confianza y mejora la experiencia íntima. - Conócete a ti mismo.
Explorar tu cuerpo, entender tus zonas erógenas y saber qué te gusta es fundamental para guiar a tu pareja y disfrutar más. - Prioriza la salud sexual.
Usar protección, realizarse chequeos médicos periódicos y mantenerse informado sobre enfermedades de transmisión sexual (ETS) es parte esencial de una sexualidad responsable. - Rompe la rutina.
La monotonía puede afectar el deseo. Probar nuevas posiciones, entornos o juegos eróticos puede reavivar la pasión. - No subestimes los juegos previos.
El deseo necesita tiempo para despertarse. Las caricias, los besos y el contacto visual profundo pueden elevar la conexión emocional y el placer físico. - Escucha tu cuerpo y el de tu pareja.
El consentimiento y el respeto son fundamentales. Cada persona tiene su ritmo, y entenderlo es parte del arte de amar. - Haz del sexo un espacio de bienestar, no de presión.
No hay un estándar universal de frecuencia o duración. Lo importante es que ambos se sientan cómodos y satisfechos, sin comparaciones ni expectativas externas.
Hablar de sexo con naturalidad es también una forma de cuidarnos. Buscar información confiable, acudir a especialistas cuando sea necesario y cultivar el respeto mutuo son claves para una vida íntima más plena.